Visión Bethania

La enseñanza en éstas 3 Parábolas 5 sept. 21

Lucas 15:1-32

¹ Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, ² y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. ³ Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:

Parábola de la oveja perdida

⁴ ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? ⁵ Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; ⁶ y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. ⁷ Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

Parábola de la moneda perdida

⁸ ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? ⁹ Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido. ¹⁰ Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.

Parábola del hijo pródigo

¹¹ También dijo: Un hombre tenía dos hijos; ¹² y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. ¹³ No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. ¹⁴ Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. ¹⁵ Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. ¹⁶ Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. ¹⁷ Y volviendo en sí, dijo: !!¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!! ¹⁸ Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. ¹⁹ Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. ²⁰ Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. ²¹ Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. ²² Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. ²³ Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; ²⁴ porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.

²⁵ Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; ²⁶ y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. ²⁷ Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. ²⁸ Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. ²⁹ Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. ³⁰ Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. ³¹ Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. ³² Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.

INTRODUCCIÓN

1.- Parábola de la oveja perdida 4-7

2.- Parábola de la moneda perdida 8-10

3.- Parábola del hijo pródigo 11-24 y del hermano mayor 25-32

Dracma de valor equivalente a un denario = a un día de salario de un jornalero.

Pródigo = Que despilfarra o gasta sin cuidado sus bienes.

Parábola = Narración de algún relato de la vida cotidiana pudiendo ser real o ficticio que se utiliza para dar una enseñanza espiritual. Narración breve y simbólica de la que se extrae una enseñanza moral.

¿Qué es una Parábola? Del griego παραβολή de para=junto y balló=echar. Es una comparación entre 2 relatos con fines didácticos. Narración breve tomada de la vida cotidiana real o no real de la que se extrae una verdad o enseñanza espiritual.

Los fariseos fueron un movimiento político y religioso perteneciente al judaísmo que surgió entre los años 587 y 536 a. C., cuya doctrina se fortaleció durante el siglo II d. C. Eran considerados el grupo con mayor influencia dentro de su religión, la cual representaba políticamente a los judíos.

La raíz de la palabra ‘fariseos’ lo obtenemos en hebreos “Perusim” y en el griego “Pharisao”. Significado apartado, separado. Separatista, racista, discriminatorio.

Algunas de las costumbres y tradiciones que practicaban los fariseos eran las siguientes:

·       Eran muy estrictos en su doctrina. Creían en la enseñanza oral.

·       No permitían los casamientos con personas paganas.

·       Eran judíos intelectuales y con gran influencia política y social. Consideraban que su pensamiento era superior al de los demás.

·        Creían en la inmortalidad del alma, la vida luego de la muerte y la resurrección de los espíritus buenos en cuerpos eternos.

·        Obedecían la tradición acerca de los ritos de adoración y obligaciones religiosas.

·        Creían en el castigo y la recompensa para las almas después de la muerte.

·        Ayunaban 2 veces por semana. Los martes y jueves días de mercado para ser vistos por los hombres.

·        Hacían largas oraciones para ser oídos.

·        Se blanqueaban el rostro

·        Demasiado estrictos con leyes o normas que ni ellos podían cumplir.

Creían que hay resurrección, ángeles y espíritus, “Los saduceos dicen que no.

En muchos sentidos, los fariseos eran de las peores personas del mundo ya que eran fríos y legalistas, sin compasión o misericordia. Si había algo que les faltaba a los fariseos era la humildad y conocer que significa la misericordia y la justicia.

Se enredaban en la discusión sobre sí en el Sabbath, una mujer podía llevar un broche, una madre podía recoger a su hijo, o un hombre podía llevar su pierna de madera, porque éstas eran cargas.

Una ilustración perfecta se ve en la ley del Sabbath. La Torá dice claramente al israelita, “No trabajes, no lleves cargas, sino descansa y guarda el día santo”.

Pero, había que definir el trabajo; había que definir las cargas.

Por ejemplo, se podría

• obtener leche suficiente para un trago, y
• llevar una cuchara que no pese más de un higo.

Al mismo tiempo, los fariseos eran personas con buenas intenciones. Eran los hombres santos se esforzaban por cumplir la ley; perseguían la pureza con pasión y querían vivir vidas que complacieran a Dios. Eran sinceros, aunque sinceramente equivocados.

Jesús los condenó porque imponían cargas que ni ellos podían cumplir.  Mateo 23:2-5, 13-15, 23

Los escribas se ocupaban de la escritura de los libros importantes como la Ley. Crearon el Mishnah, los escritos que codificaban la ley. ​(del hebreo מִשְׁנָה, 'estudio, repetición') es la primera gran colección escrita de las tradiciones orales judías conocida como la Torá oral. Luego estaba el Talmud, que es el comentario sobre la Mishnah. 

Jesús les dirige a ellos con éstas 3 parábolas pues murmuraban que se juntaba con publicanos y pecadores con una pregunta retórica: ¿Quién de vosotros si pierde algo no va a buscarlo?

Las 3 parábolas tienen en común lo siguiente:

1.- ALGO MUY VALIOSO ESTÁ PERDIDO.

a) De mucho valor para Dios

          b) Tan grande es su valor que Dios envió a su hijo para morir y rescatarnos.

          c) Su valor equivale a la sangre de Cristo

2.- HAY UNA BÚSQUEDA DILIGENTE, CUIDADOSA, DESESPERADA.

a) Jesús buscó diligentemente a los perdidos

b) Jesús buscó por aldeas, ciudades, en el desierto y cementerios, en la playa, etc.

c) Excepto en la Parábola del hijo pródigo No hubo quién lo buscara. Vemos al hermano mayor obediente en casa, pero sin amor o compasión por el hermano perdido que no fue a buscarlo.

3.- SE ENCUENTRA LO QUE ESTABA PERDIDO

a) Jesús buscó y encontró a los perdidos

b) Cuando se busca se encuentra

4.- FINALMENTE HAY UNA GRAN CELEBRACIÓN.

a) Hay una gran celebración

          b) La celebración incluye compartir a los amigos y familiares

          c) La mayor celebración se da en el cielo con la Trinidad y los ángeles.

Narrar la historia del hijo pródigo… el menor…

¿Qué hay del hermano mayor?

Pero el hermano mayor no está contento. De hecho, está enojado v.28 y no quería entrar.

El padre, habiendo salido a encontrar al hermano menor, ahora decide salir a encontrar al hermano mayor. V. 28.

Le implora que se una a la celebración, pero el hermano mayor se niega a hacerlo.

Su respuesta merece una mención completa:

“Pero el hijo mayor le dice a su padre: ‘Mira, por tantos años te he servido y nunca he desobedecido ninguna orden tuya, y sin embargo, nunca me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos; pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, mataste para él el becerro engordado’ Lucas 15: 29-30.

Podemos observar que:

• Al igual que el hermano menor, el hermano mayor ha perdido todo sentido de filiación, viéndose a sí mismo como un sirviente/esclavo: “por tantos años te he servido…”.
• Él está fuera de la casa debido a su obediencia: “…nunca he desobedecido ninguna orden tuya”. V.25,29
• Al igual que el hermano menor, el hijo mayor también quiere cosas de su padre: “nunca me has dado un cabrito…”. V. 29
• El hermano mayor niega al hermano menor: “Este tu hijo…” (es decir, no “este hermano mío”). V. 30

La parábola termina con el padre y el hermano mayor fuera de la fiesta, el padre instando al mayor a unirse. Sin resolución.

¿Quién fue a buscarlo?

Todo esto nos lleva de nuevo a nuestra pregunta sobre ¿quién fue a buscarlo?

Porque debió haber ido a buscarlo. Un verdadero hermano mayor habría honrado a su padre, dejando la comodidad y la seguridad del hogar para ir a buscar y traer de vuelta al hermano menor perdido. En cambio, se queda en casa, seguro y siendo “obediente”, esperando por las cosas de su padre; y tal vez deseando que su hermano menor nunca regresara.

Reconocer el fracaso del hermano mayor y su falta de amor por su hermano muerto y perdido nos permite ver que una persona puede ser un hijo pródigo de dos maneras:

1.- Por Rebelión como el menor: (“Dame la parte de la herencia que me corresponde”), perdido lejos de casa como la oveja perdida.

2.- Por Obediencia (“por tantos años te he servido y nunca he desobedecido ninguna orden tuya”), perdido en casa como la moneda (dracma) perdida.

Una persona puede ser pródigo de dos maneras: por rebelión o por obediencia.

Por obediencia: Asiste al templo, sirve en un ministerio, ayuda, pero no es de los que buscan a los muertos espirituales o los perdidos en sus pecados sin Cristo y sin salvación. 29,32

Es importante considerar que ambos hijos se ven a sí mismos como sirvientes o esclavos. El hermano menor regresa con la esperanza de trabajar como asalariado v. 19 (es decir, un sirviente, un esclavo). El hermano mayor se queja: “todos estos años he trabajado como esclavo para ti”. 29

Hermanos perdidos o pródigos.

Por eso Jesús abre las tres parábolas con el siguiente sentimiento: “¿Quién de ustedes no iría a buscar lo que es valioso y se ha perdido? v. 4?”. Este es el punto que Él está tratando de enseñar a los religiosos fariseos y escribas.

Este es exactamente el fracaso del establecimiento religioso de Israel. Los llamados “pueblo de Dios” de Israel no se han preocupado de las ovejas en el mundo. Su sentido de exclusividad o sentirse los elegidos o los únicos dignos de llamarse así, no les han dejado ido a buscar lo más valioso para Dios. Son el “hermano mayor” que no fue tras el hermano menor para llevarlo a casa.

Los fariseos y escribas fallaron en su deber por estar solo alimentándose a sí mismos sin recordar (o mal interpretar) que Dios les había dicho que serían luz a las naciones:
Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones Isaías 42:6.

Y que en su padre Abraham y su simiente serían benditas todas las naciones de la tierra…

² Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. ³ Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Génesis 12:2-3

CONCLUSIÓN:

Jesús, nuestro ejemplo de un verdadero hermano vino a buscar lo que estaba perdido… vino a los enfermos, vino a salvar a los pecadores… vino a cambiar el sentido de universalidad al extender su reino hasta los confines de la tierra, es decir a todo el mundo judío, gentil, ricos, pobres, hombres, mujeres, niños, etc.

Entonces, ¿qué significa el ejemplo y la enseñanza de Jesús para nosotros como creyentes e iglesias en el día de hoy?

En un clima social cada vez más polarizado, en un mundo cada vez más perdido, en un tiempo donde el amor de muchos cristianos se ha enfriado, en una época de crisis por la terrible enfermedad y muerte de la pandemia compartir a Jesús en términos de compasión amorosa es un comienzo maravilloso y un deber de todos nosotros.

Compartir el Evangelio, las buenas nuevas de esperanza, paz, sanidad, salvación.

La mayoría de las personas solo quieren sentirse amadas, y quieren sentirse aceptadas incluso después de que todo en su vida ha fracasado.

La oración por ellos, el sincero interés por ellos, la bondadosa compasión es una excelente manera de demostrar esos sentimientos de amor en esta crisis de pandemia.

Mientras tanto, las iglesias y los creyentes debemos ser creativos en la forma de demostrar compasión y amor para servir a sus respectivas comunidades y alcanzar a los perdidos.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE COMPARTIR EL EVANGELIO?

Lo compartió Jemy el miércoles 11 de agosto 2021

1.- Porque el mundo lo necesita más que nunca

2.- Porque yo lo necesito. Fuimos llamados a hacer discípulos

          El gozo que es traer a alguien a los pies de Jesús

          El privilegio de ser parte del destino eterno de alguien

3.- Porque tenemos gratitud por salvarnos.

Es algo natural reproducirnos

Es algo natural llevar fruto

Nunca podremos pagarle al Señor por la salvación, pero sí podemos agradecerle compartiendo el evangelio y llevar mucho fruto para su gloria.

4.- Por amor a los perdidos.

          Inspirados por el amor de Dios por el mundo perdido

          Motivados por el amor que ahora tenemos por los perdidos

5.- Porque Dios lo manda.

Esto sería suficiente.

Por la obediencia de otro yo soy salvo, tu eres salvo.

Porque alguien obediente al mandato de predicar el evangelio soy salvo.

Porque alguien se preocupó por mí y me compartió el evangelio.

Dios no quiere que ninguno se pierda.

4 RAZONES PARA COMPARTIR EL EVANGELIO 15 agosto 2021

Introducción: UNO DE LOS GOZOS MÁS GRANDES que podemos tener como cristianos es el de llevar a alguien a los pies de Cristo. ¡Piénsalo! Tú y yo podemos ser los instrumentos de Dios en la salvación de otros y cambiar su vida y su destino eterno.

En el Antiguo Testamento, el profeta Isaías halaga a un personaje a quien describe de la siguiente manera:

“Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!» Isaías 52:7.

Esta persona se puede decir que es un evangelista o evangelizador, porque lleva “alegres nuevas” o buenas noticias, aunque la descripción corresponde a una persona que, corriendo desde el frente de una batalla, cruzando entre las montañas de Israel, venía a decir a la gente de los pueblos que la guerra ha terminado y que su rey es el vencedor.  Eso es evangelizar.  Ir con toda prisa a llevar la buena noticia.

También el salmista nos deja esta famosa y hermosa Palabra del gozo que representa el regresar con una cosecha abundante.

⁵ Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. ⁶ Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.     Salmo 126:4-5

Cuando alguien viene y te dice: Tengo una buena noticia para ti; es como que te esté diciendo: Tengo evangelio para ti.  Aunque la buena noticia no sea un asunto acerca de Dios, ni sea una buena noticia religiosa, por el hecho de ser buena noticia, en esencia su contenido es “evangelio”, aunque no se trate del evangelio de la salvación de Dios, porque evangelio simplemente quiere decir: Buena noticia.

   ¿Alguna vez te han dado una buena noticia?, o ¿alguna vez has ido a compartir una buena noticia a alguien?  Eso es llevar evangelio. Es ir a llevar una buena noticia. 

En el Nuevo Testamento, la mejor buena noticia para la humanidad fue conocida aquí en la tierra cuando un ángel (mensajero) vino a la tierra a unos pastores de ovejas en las cercanías de Belén, diciendo: “… he aquí os doy nuevas de gran gozo” Lucas 2:10b. En otras palabras, el ángel (mensajero) vino a proclamar el evangelio de Dios a los pastores. 

Cuando las mujeres descubrieron que Jesús había resucitado, nos relata Mateo que ellas “fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos” Mateo 28:8.  Lo que ellas fueron a dar la buena noticia, eso es evangelizar. Cuando ellas vieron a Jesús, él les dijo: “id, dad las nuevas a mis hermanos” Mateo 28:10, o sea que fuesen a decirles que él estaba vivo otra vez, eso es evangelismo.

   Con esto quiero explicar que evangelismo o llevar buenas noticias no es algo que comienza en la época de Jesús, sino es algo que se ha hecho desde tiempos muy antiguos, y que se puede rastrear desde los inicios de la humanidad, descubriendo que el primer evangelista es Dios mismo quien trajo a la humanidad la primera buena noticia con respecto a la salvación eterna del ser humano, cuando Él directamente le dijo a la serpiente antigua: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” Génesis 3:15.  Con estas palabras Dios da una buena noticia porque el diablo que provocó o indujo a pecar a Eva y a Adán, será finalmente vencido por un hijo descendiente de Eva.  Este hijo, sería Jesús.

Hoy más que nunca el mundo necesita escuchar buenas noticias ante tantas tristes noticias de dar positivo a covid, ante tantas noticias de gente conocida y desconocida que muere por esta terrible enfermedad. Hoy más que nunca el mundo se encuentra perdido, en temor, en incertidumbre, en enfermedad, muerte y desesperación. Es por ello que es impuesta necesidad de llevar el evangelio, una buena noticia a toda esa gente que sufre, que vive en aflicción, dolor y condenación.

Sabemos muy bien que el mundo en la actualidad está viviendo tiempos de angustia, de temor, de desesperanza, de desánimo, de luto y de dolor, de peligros, de grandes señales del fin, y todo esto nos recuerda que nuestro Señor Jesucristo está a las puertas, así lo dice el apóstol Pablo “...porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día…” Romanos 13:12

Y es en estos tiempos que la iglesia del Señor tiene que cumplir su misión en este mundo, es en este tiempo profético en el cual nosotros debemos ser luz y sal en este mundo, con nuestros familiares, en nuestra ciudad y en nuestro país. Es en estos tiempos que necesitamos llevar buenas nuevas (el evangelio de Dios) a toda la gente posible.

O.T. El día de hoy te quiero compartir 4 razones por las que debemos llevar el Evangelio a toda persona en toda oportunidad.

La primera razón para llevar el evangelio a toda criatura es porque

I.- ES UN MANDATO DE DIOS.

Es Dios mismo quien lo pide por medio de Jesús cuando dijo: “Id, y predicad el evangelio a toda criatura” Marcos 16:15, lo que es lo mismo lleven las buenas nuevas a toda criatura. En todo momento, en toda oportunidad.

Jesucristo, como Hijo de Dios, con toda la autoridad de Dios, encargó esta gran comisión a todos los cristianos. Primeramente, a sus discípulos, como posteriormente a toda su iglesia. Es una encomienda que llevemos las buenas nuevas de salvación. 

Su mandato fue:

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; / enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” Mateo 28:19-20a.

Este es el mandato vigente que nos toca cumplir ahora, moviéndonos a evangelizar.

   Tu y yo no necesitamos un llamado especial a compartir las buenas nuevas, ya tenemos una comisión que cumplir, un mandato, una orden que obedecer.  Escucha a Jesucristo, Él nos ha dado este mandato ineludible para todo cristiano, ya que no es opcional o solo para algunos. Es para todos nosotros los que ya tenemos el Evangelio y la salvación y seguridad de una vida eterna con Cristo en el cielo.

Por tu obediencia a compartir el evangelio muchos pueden ser salvos.

La segunda razón por la que debemos compartir el Evangelio es

II.- LA INMENSA GRATITUD DE SER SALVOS

La inmensa gratitud que nos mueve es que, siendo merecedores de la condenación, Dios nos ha dado salvación sin merecerlo.

¿Cuántos están agradecidos que Jesús vino a sus vidas en el tiempo justo cuando más lo necesitaban? ¿Cuántos están inmensamente agradecidos por la salvación recibida? ¿Cuántos están inconmensurablemente (que no se puede medir) agradecidos por tener a Jesús de su lado que nos sostiene y fortalece en estos tiempos de aflicción, dolor, enfermedad y muerte? ¿Cuántos se sienten bendecidos con el indescriptible del poder del Espíritu Santo como consolador? ¿Cuántos se sienten agradecidos por el don inefable (que no hay palabras para explicar) recibido en Jesucristo el Evangelio?

Por lo tanto, estamos en deuda con él, y en consecuencia con nuestros semejantes. 

   Pensando en el apóstol Pablo, hay dos expresiones que demuestran su alto grado de conciencia acerca de llevar las buenas noticias del evangelio de la salvación que Jesucristo trajo a este mundo como una demostración de gratitud. 

¹⁵ Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.  1ª. Timoteo 1:15

O la máxima expresión de su conciencia, que les escribió a los romanos, diciéndoles:

“A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma”   Romanos 1:14-15.

Su conciencia por haber recibido la gracia de la salvación gratuita, le hacía sentirse deudor no solamente con Dios sino también con las personas, queriendo anunciarles nada menos que el evangelio, o sea, la buena noticia de que en Jesucristo hay salvación para los pecadores. 

La siguiente expresión de su conciencia, es cuando les escribió a los corintios:

“… si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” 1ª. Corintios 9:16.

Su gratitud le hacía comprender que evangelizar, o anunciar el evangelio, le era una impuesta necesidad; y se sentía como merecedor de ser castigado si no evangelizaba; esto por su conciencia de la necesidad de compartir la buena noticia de que en Jesús y solo en él, hay salvación de la condenación eterna.

   También nosotros estamos en deuda con Dios e inmensamente agradecidos por haberse fijado en nosotros para salvarnos y darnos una nueva vida abundante, así como transformar nuestra vida y destino. Por lo tanto, tú y yo lo sabemos, que evangelizar es uno de nuestros deberes y lo haremos con gusto, lo hacemos por tanta gratitud que hay en nuestra vida.

Otra razón por la que debemos llevar el evangelio es por…

III.- LA CONDICIÓN ACTUAL DE LOS PERDIDOS.

La vida descarriada, perdida, hundida en el pecado que vive la gente, es otra razón que nos mueve para decirnos que necesitan de Jesús. 

No hubiese tenido sentido para los discípulos, ni tendría sentido para nadie, el solamente escuchar, aunque sea a Dios mismo diciendo:

“Id, y predicad el evangelio a toda criatura” Marcos 16:15. Y

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones… Mateo 28:19.

Si no tuviéramos la razón de ver al mundo perdido en pecado…

Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Lucas 19:10.

Y ¹⁰ Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. ¹¹ Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? ¹² Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. ¹³ Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento. Mateo 9:10-13

Si no hay un claro entendimiento de la condición perdida de los destinatarios a donde uno sería enviado.  Uno no podría responder como Isaías, diciendo “Heme aquí, envíame a mí” Isaías 6:8, si no hay una conciencia clara de servicio a Dios y al mismo tiempo al prójimo cuya vida está en peligro en todos los aspectos. 

Así que, junto con el mandamiento de Dios, y junto con la conciencia analítica personal de gratitud, se tiene que observar y reflexionar en la condición espiritual, económico, político, social, de salud, etc… del ser humano, para darse cuenta de la gran necesidad que tienen de escuchar las buenas noticias que Dios tiene para sus vidas.  Ellos necesitan ser evangelizados.

   Jesús mientras predicaba el evangelio del reino, es decir; que mientras llevaba las buenas noticias de Dios, dice el evangelio de Mateo que:

“… al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. / Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos. / Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies” Mateo 9:36-38

Al ver no solo a las multitudes, sino a cada persona en particular, Jesús como el mejor evangelista que hayamos tenido, como el mejor llevador de las buenas noticias salvadoras de Dios, se podía percatar de la condición espiritual de cada persona que él miraba, encontrándolas como ovejas “desamparadas y dispersas” que han quedado a merced del lobo. Jesús, lleno de “compasión”, veía la condición de ellos.

   Ahora, nos toca a nosotros, observar a toda esa gente necesitada del amor de Dios, que en su condición perdida no sabe qué hacer; pero que usted ya sabe que lo único que cambiará sus vidas es la buena noticia de Dios, que por medio de Jesucristo hay esperanza y transformación de la vida presente, y salvación en la vida futura.

La cuarta y última razón que les comparto el día de hoy es…

IV.- EL CLAMOR Y TORMENTO DE LOS CONDENADOS.

La gran multitud de gente que ya se encuentra en las llamas del infierno tormentoso, pidiendo que hagamos algo por sus familiares para que en vez de la condenación acepten ser salvados por Jesús. Hay que evangelizar al mundo perdido, ahora que aún hay tiempo. Muertos, no habrá nada que hacer por ellos.

El mensaje de este tiempo, es que “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores” 1ª. Timoteo 1:15.

Dios no quiere que ninguno perezca, si no todos procedan al arrepentimiento 1ª. Pedro 3:9

Pero lamentablemente muchos pecadores no aceptaron, otros no aceptan, y muchos otros no aceptarán ser salvados por Cristo, por lo tanto, su destino eterno es y será la condenación y el tormento eterno.

   Jesús, ilustra esta realidad del sufrimiento eterno con el caso del hombre rico de Lucas 16.19-31 que su único afán era hacer siempre banquetes con esplendidez porque sus recursos se lo permitían, pero lamentablemente se olvidaba de los pobres, y lo peor para él es que se olvidaba por completo de Dios. 

Cuando él rico muere, se va al lugar de tormento, y desde allí se da cuenta que está en un lugar de tormento y sufrimiento eterno, aunque se lo advirtieron.  Entonces, comienza a clamar por ayuda para calmar su sufrimiento y dolor, pero ya nada se puede hacer por él. 

Lo interesante aquí es que comienza a rogar que Dios envíe a alguien ya sea del cielo mismo o de la tierra misma para que les advierta a sus familiares. Ya que él no quiere que sus familiares vayan al mismo lugar donde él se encontraba condenado para siempre.

   Tenemos que pensar en los millones de personas que en este momento se encuentran en el infierno mismo, y que no se encuentran disfrutando del reposo después de una vida que no les fue nada fácil aquí en la tierra, sino que se encuentran atormentados, y sin duda deseando que sus familiares no vayan al lugar donde ellos están.  Están rogando a gritos que alguien les lleve el evangelio de Jesucristo a sus seres queridos. 

¿Puedes escuchar en su conciencia esa voz de los condenados en tormento eterno? ¿Eres consciente de dónde están tus familiares y amigos, que no obtuvieron salvación en Cristo en este momento? Y ¿Dónde estarán todos tus seres amados que podrán morir sin salvación?

Lo que están pidiendo es que usted vaya a evangelizar, a llevar la buena noticia de que sólo Jesús puede salvarlos de ir a tal condenación.

¹⁸ El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Juan 3:18

CONCLUSIÓN: Éstas son las 4 razones principales que nos deben mover a llevar y compartir el evangelio, las buenas nuevas de salvación; y el tiempo es hoy. No podemos quedarnos callados ante tanta necesidad, ante tanta perdición, ante tanto sufrimiento. No podemos esperar, porque puede ser demasiado tarde para muchos.

“Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!» Isaías 52:7.

⁵ Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. ⁶ Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.     Salmo 126:4-5

Repasemos las 4 razones por las cuales debemos llevar el evangelio a los perdidos:

I. ES UN MANDATO DE DIOS.

2.LA INMENSA GRATITUD POR HABER RECIBIDO LA SALVACIÓN.

3. LA CONDICIÓN ACTUAL DE LOS PERDIDOS.

4. EL CLAMOR Y TORMENTO DE LOS CONDENADOS.

UN MENSAJE Y UN TESTIMONIO PODEROSO

LOS MINISTERIOS DE LA IGLESIA M. 4 agosto 21

• Las iglesias necesitan crecer en poder a través de la adoración.                            Adoración (relación íntima con Dios por medio de la alabanza y la oración).

• Las iglesias necesitan crecer en amor y unidad a través del                              Compañerismo (relación fraternal de los unos con los otros como una familia).

• Las iglesias necesitan crecer en madurez a través del discipulado.                           Enseñanza (formación del carácter cristiano y enseñanza de la sana doctrina).

Las iglesias necesitan crecer en testimonio a través del servicio.                                      Servicio (ministración a las necesidades del pueblo de Dios y la comunidad).

• Las iglesias necesitan crecer en tamaño a través del evangelismo.                        Evangelismo (predicar y compartir el evangelio a las almas perdidas en toda oportunidad).

Vivimos en un mundo lleno de gente enferma, gente necesitada, gente en pobreza, arruinados monetaria, emocional y espiritualmente. Hay un mundo perdido con gente sin esperanza y sin Dios.

Sin embargo, también hay mucha gente que está buscando la verdad, gente que espera recibir un abrazo, una sanidad, un milagro, una palabra de consuelo, de fortaleza, de esperanza, de amor, gente que busca un cambio de vida, pero no puede, no sabe cómo. Busca en los brujos, la psicología, la filosofía, la astrología, los que echan las cartas, hasta le venden su alma al diablo, etc.

1.  TU TIENES UN MENSAJE PODEROSO QUE COMPARTIR:          EL EVANGELIO DE JESUCRISTO

        Las buenas nuevas de salvación. 1.- Dar buenas nuevas a los pobres; 2.- Sanar a los quebrantados de corazón; 3.- A pregonar libertad a los cautivos; 4.- Vista a los ciegos; 5.-
libertad a los oprimidos; 6.- A predicar el año agradable del Señor. Lucas 4:18-19

Busca esa gente necesitada, desesperada, perdida, cautiva y comparte.

a)    Un mensaje poderoso lleno de esperanza

b)    Un mensaje poderoso lleno de fe

c)    Un mensaje poderoso lleno de amor

d)    Un mensaje de salvación: Cristo murió por ellos.

Que Cristo tiene poder para sanar.

Que Cristo tiene poder para transformar.

2.  TU TIENES UN TESTIMONIO PODEROSO QUE COMPARTIR:  TU VIDA TRANSFORMADA

A. TU TESTIMONIO TIENE UN PODER INEGABLE Juan 4 la samaritana

        Para alcanzar a otros para Cristo

                    Para impactar a otros para bien

1.    Finalmente, aprendemos de esta porción el gran impacto que produce el testimonio de una vida cambiada.

2.  La mujer hablo con mucha convicción a sus vecinos, que ellos no dudaron en venir con ella a pesar del pasado que le conocían. (v. 30)

3.  Las palabras de la mujer provocaron una conmoción en Samaria, de tal manera que:

a.     “Muchos de ellos creyeron en Cristo por la palabra de la mujer” v. 39

b.      “Vinieron los Samaritanos a Jesús” v. 40

c.       “Creyeron muchos más por la palabra de Jesús” v. 41

B. TU TESTIMONIO TIENE UN PODER QUE NI EL MISMO DIABLO LO PUEDE REFUTAR.

    El endemoniado Gadareno Marcos 5:1-20

C. TU TESTIMONIO ES UNA EVIDENCIA DE TU CONVERSIÓN VERDADERA.

Si tú puedes contar tu nuevo nacimiento o conversión es que realmente eres un cristiano y tu testimonio es la evidencia de ello.

a)    Cuenta cuan grandes cosas el señor ha hecho contigo 5:19-20

b)    Cuenta cómo te sano, te salvó Cuenta lo que está haciendo en tu vida

c)    Cuenta lo que Él hará

CONCLUSIÓN:

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? Rom. 10:14

³² A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.

³³ Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. Mat. 10:32-33

Oremos al Espíritu Santo:

1.- QUE ABRA PUERTAS PARA PREDICAR EL EVANGELIO. Colosenses 4:3

2.- QUE ABRA LOS CORAZONES DE LA GENTE, este sensible para recibir el mensaje. Juan 16:8

3.- QUE ABRA NUESTROS CORAZONES PARA TENER COMPASIÓN POR LOS PERDIDOS y compartirles el evangelio. Hechos 16:6-10

4.- QUE ABRA NUESTRAS BOCAS PARA COMPARTIR EL MENSAJE DE SALVACIÓN. Que no tengamos temor ni vergüenza y aprovechemos toda oportunidad. Hechos 4:29-31

5.- QUE ABRA LAS VENTANAS DE LOS CIELOS y vengan muchas almas perdidas a Cristo. Malaquías 3:10

1.- MI VIDA ANTES DE CONOCER A   CRISTO

Vida anterior de Pablo

⁴ Mi vida, pues, desde mi juventud, la cual desde el principio pasé en mi nación, en Jerusalén, la conocen todos los judíos; ⁵ los cuales también saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión, viví fariseo. ⁶ Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy llamado a juicio; ⁷ promesa cuyo cumplimiento esperan que han de alcanzar nuestras doce tribus, sirviendo constantemente a Dios de día y de noche. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos. ⁸ !!Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos?

Pablo el perseguidor

⁹ Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret; ¹⁰ lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto. ¹¹ Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras.

2.- COMO Y CUANDO LLEGUE A SER CRISTIANO

Pablo relata su conversión

¹² Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los principales sacerdotes, ¹³ cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo. ¹⁴ Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón.

¹⁵ Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. ¹⁶ Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, ¹⁷ librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío,

¹⁸ para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.

3.- COMO SOY AHORA Y COMO ME AYUDA CRISTO EN MI VIDA DIARIA.

Pablo obedece a la visión

¹⁹ Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial, ²⁰ sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento. ²¹ Por causa de esto los judíos, prendiéndome en el templo, intentaron matarme. ²² Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder: ²³ Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.

MISION DE LA IGLESIA

Predicar el evangelio, cumplir con la gran comisión de hacer discípulos de Jesús. Y para ello necesitamos compartir el evangelio, la buenas nuevas de salvación en Cristo Jesús.

Ser discípulo de Cristo implica el siguiente proceso:

                    1.– Aceptar la nueva vida que El ofrece.  Juan 3:3-5

                    2.– Confesar su Nombre en palabras y de hecho, en el bautismo. Hechos 2:38

                    3.– Incorporarse a la Iglesia inmediatamente Hechos 2:41-47

                    4.– Esforzarse por vivir en santidad. Efesios 1:3-4

                    5.– Adorar. Juan 4:23-24; Efesios 1:12

                    6.– Obedecer. Juan 13:17; Luc. 14:25-33

                    7.– Servir. Marcos 10:45

                    8.– Reproducirse en otros discípulos Colosenses 1:28; Juan 15:8 Dar fruto

 ALGUNAS LECCIONES EN LAS AFLICCIONES

TEXTO: JUAN 4:46-53

46 Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo. 47 Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir. 48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis. 49 El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera. 50 Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. 51 Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive. 52 Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre. 53 El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa.

INTRODUCCIÓN:                                                                                      Todos en algún momento de la vida tendremos alguna enfermedad o aflicción. Nadie está exento. Tal vez en este día estés pasado por ese difícil proceso.

Quiero decirte que todo lo que nos sucede en la vida tiene un propósito y Dios quieres que se cumpla.

Cuando Dios quiere enseñarnos algo, Él puede utilizar una situación para darnos algunas lecciones. Es decir que si decimos que nuestro Señor es un Dios cercano y atento a nuestras necesidades significa que él tiene un objetivo que quiere lograr con las distintas situaciones que suceden en nuestra vida.

Éste día vamos a aprender algunas lecciones de parte de Dios en esta historia de un oficial del rey Herodes. Un padre angustiado y afligido por la enfermedad de su hijo y la sanidad realizada por nuestro Señor Jesucristo.

Aquí podemos encontrar algunas lecciones muy importantes que Dios quiere lograr en nuestra vida a través de las aflicciones.

I.- QUE DEJEMOS LA INDIFERENCIA Y VENGAMOS A JESÚS        vs. 46-47a

46 Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo. 47 Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir

Antes que todo tenemos que reconocer que Dios toma la iniciativa y viene a nosotros en momentos de aflicción o enfermedad. v. 46 “Vino pues Jesús…”

Pero la pregunta es: ¿vendremos nosotros a él? La realidad es que muchos somos indiferentes al Señor cuando todo va bien, nos olvidamos de Él o llegamos a pensar que no lo necesitamos en nuestra vida.

Un tiempo muy peligroso es cuando no hay problemas, no hay aflicciones y vivimos una vida relajada y descuidamos pensar en Dios.

Por lo general buscamos desesperadamente al Señor solo cuando nos encontramos en problemas o aflicciones.

¿Habría ese oficial del rey buscado a Jesús si su hijo no hubiera estado enfermo? Lo más seguro es que no. Pero la aflicción de tener a un hijo gravemente enfermo lo hizo venir a buscar a Jesús. V. 47 vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir

Hoy el Señor Jesús quiere que lo busquemos, que vayamos a Él. Una de las primeras lecciones en las aflicciones que están afectando nuestra vida es que nosotros vayamos al Señor. No se va a molestar que lo busques y vayas a Él en la enfermedad o aflicción. Siempre va a estar ahí para cualquiera que le invoque en el día de la angustia.

II.- QUE ROGUEMOS A JESÚS CON HUMILDAD v. 47b

Este versículo nos dice que el oficial del rey “Le rogó que descendiese y sanase a su hijo” Aquí podemos ver la obra de Dios en él, es decir ¿Qué fue lo que hizo que ese hombre llegara a rogar con humildad a Jesús? Fue ¡La aflicción de tener un hijo a punto de morir!

Seguramente ese hombre de alto rango en la corte del rey Herodes no estaba acostumbrado a rogar sino a ordenar y a mandar, posiblemente su corazón era altivo o lleno de orgullo, pero por medio de la aflicción el Señor doblego su corazón, lo hizo reconocer su limitada humanidad. Provocó a que con humildad viniera al Señor y suplicara por la sanidad de su hijo.

En nuestra vida tenemos que saber que el Señor sabe cómo doblegar nuestro orgullo o vanidad. Él sabe cómo doblegar nuestra indiferencia, y cuando nos ha hablado por medio de su palabra y no hemos querido ser humildes a su voz, el Señor permite la aflicción. El Señor sabe cómo llamar nuestra atención. Usa una enfermedad, un problema, una aflicción para que humillemos nuestro corazón, pues él quiere ayudarnos, pero tenemos que saber que él no puede ayudarnos cuando nuestro corazón está lleno de soberbia, vanidad o indiferencia pues el: Atiende al humilde y mira de lejos al altivo.

III. QUE CREAMOS EN EL PODER DEL SEÑOR JESÚS vs. 48

48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.

El Señor quiere intervenir en tu vida, pero necesitamos fe en el poder de Jesús, y que creamos que Él puede obrar señales y prodigios en nuestra aflicción.

Dios permite la aflicción para obrar milagros en nuestra vida, para que podamos ver su gloria, para que podamos ver sus maravillas, y creamos en él.

EL TIEMPO DE LOS MILAGROS NO HA TERMINADO, el Señor sigue haciendo señales y prodigios en las personas que acuden a Él con fe y humildad.

IV. QUE APRENDAMOS A CREER Y A OBEDECER LAS PALABRAS DE JESÚS   vs. 49-51

49 El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera. 50 Jesús le dijo:  Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. 51 Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive.  

Podemos notar que el oficial del rey estaba acostumbrado a dar órdenes y que le obedecieran a él, vemos en el vs 49 que le llamo Señor, pero él quería que Jesús hiciera lo que él le decía, que fuera con él a su casa a sanar a su hijo.

Jesús no fue con él, sino que le dijo: Ve, tu hijo vive, ese hombre tenía que confiar en las palabras de Jesús y obedecer, tenía que hacer el viaje de regreso a su casa en Capernaun desde Cana, lo cual eran casi 30 Kms. es decir, dos días de camino.

Pero cuando llego a su casa se dio cuenta que su fe y su obediencia en la palabra del Señor habían dado fruto de bendición, pues su hijo estaba sano v. 51 “Tu hijo vive”

Cuantos de nosotros somos exactamente igual que el oficial del rey, pues le llamamos Señor, pero queremos que el obedezca lo que nosotros le decimos. O queremos que lo haga a nuestro modo.

El Señor nos dice vete y cree, quizás nosotros digamos: Señor yo quería, pero Señor a mí me gustaría, Señor yo opino que… pero Dios nos dice este día: CREE Y OBEDECE.

En las aflicciones de nuestra vida el Señor quiere que creamos en su palabra y le obedezcamos, que reconozcamos que la última palabra la tiene Él.

Finalmente, cuando llega una enfermedad o aflicción a nuestra vida Dios quiere enseñar ésta última lección…

V. QUE LA SALVACION VENDRA A LA FAMILIA vs. 52-53

52 Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre. 53 El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa.

Para que las personas que no son salvas lo reciban como Señor y salvador de su vida

Ellos eran una familia que no habían creído en Jesús, pero por medio de la aflicción creyeron en Jesús toda la familia del oficial del rey.

Posiblemente en tu familia hay varias personas que aún no han querido creer en Jesús, pero tenemos que orar para que por medio de la aflicción que Dios ha permitido que llegue a su casa también llegue la salvación para cada uno de ellos.

CONCLUSIÓN: Todo lo que nos sucede en la vida tiene un propósito, en especial cuando vienen las enfermedades o las aflicciones; y Dios estará ahí presente para darnos algunas lecciones, enseñarnos y atraernos a Él. Quiere…

I.- QUE DEJEMOS LA INDIFERENCIA Y VENGAMOS A JESÚS        vs. 46-47a

II.- QUE ROGUEMOS A JESÚS CON HUMILDAD v. 47b

III. QUE CREAMOS EN EL PODER DEL SEÑOR JESÚS PARA OBRAR SEÑALES Y PRODIGIOS v. 48

IV. QUE APRENDAMOS A CREER Y A OBEDECER SU PALABRA vs. 49-51 

V. Y PARA QUE LA   SALVACION VENGA A LA FAMILIA vs. 52-53

“TU TIENES ALGO QUE COMPARTIR” Hechos 3:1-10

INTRODUCCIÓN: Vivimos en un mundo lleno de gente enferma, gente necesitada, gente en pobreza, arruinados monetaria, emocional y espiritualmente. Hay un mundo perdido con gente sin esperanza y sin Dios. Hay también gente que espera recibir un abrazo, una sanidad, un milagro, un cambio de vida, pero no puede, no sabe cómo. Busca en los brujos, la psicología, la astrología, los que echan las cartas, hasta le venden su alma al diablo, etc.

La puerta del templo que aquí se menciona probablemente fuera el nombre popular para la Puerta de Nicanor (en honor de su donante alejandrino) que estaba en el Patio de la Mujeres. Estaba decorada con paneles del bronce más caro traído de Corinto, muy elaborados, la cual conducía a un patio interior.

Se dice que Santo Tomás de Aquino en cierta ocasión, estaba visitando al papa Urbano IV quien le mostraba sobre una mesa grandes cantidades de dinero... El papa se jactó diciendo: “Ya ves Tomás, ya no tenemos que decir como el Apóstol Pedro: “No poseo plata ni oro”, a lo que Tomás replicó: “Tampoco podéis decir con el Apóstol Pedro: ¡Levántate y anda!”

Veamos las enseñanzas de Dios en este episodio hermoso.

I.-  TU TIENES UN NOMBRE PODEROSO QUE COMPARTIR: JESÚS

a)    Jesús el Salvador 4:12

b)    Jesús hacedor de milagros 3:11-12

c)    Jesús resucitado 3:15

II.- TU TIENES UN MENSAJE PODEROSO QUE COMPARTIR: EL EVANGELIO DE JESUCRISTO

        Las buenas nuevas de salvación. Busca esa gente necesitada, desesperada, perdida, cautiva y comparte.

a)    Un mensaje de esperanza

b)    Un mensaje de fe

c)    Un mensaje de amor

d)    Un mensaje de salvación: Cristo murió por ellos, resucitó, está vivo, Tiene poder para sanar.

III.- TU TIENES UN TESTIMONIO PODEROSO QUE COMPARTIR: TU VIDA TRANSFORMADA

a)    Cuenta cuan grandes cosas el señor ha hecho contigo 4:20

b)    Cuenta cómo te sano, te salvó Mat. 10:32-33

c)    Cuenta lo que está haciendo en tu vida

d)    Cuenta lo que Él hará

CONCLUSIÓN: Dios le dio más que eso, le dio una vida completa de salud, para que entrando al templo le sirviera danzando con alegría.

Podemos no tener dinero, pero eso no significa que no podamos servir al Señor, para ello no se necesitan bienes sino disposición y sensibilidad, convicción, fe, amor, acción. El valor enorme del “capital” que tenemos los cristianos: Un Nombre Poderoso: Jesús, Un Mensaje Poderoso: El Evangelio. Y un Testimonio Poderoso para compartir.

¿Para qué usas tus nuevas fuerzas?, ¿Para que usó sus pies y tobillos, sus piernas este hombre? ¿Para que usó su boca? “entró al templo…” Las puso al servicio de Dios en gratitud y se puso a saltar (danzar) alabar a Dios y dar testimonio de su milagro en el templo.

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? Rom. 10:14

Oremos al Espíritu Santo:

1.- QUE ABRA LOS CIELOS,

2.- QUE ABRA PUERTAS PARA PREDICAR EL EVANGELIO,

3.- QUE ABRA LOS CORAZONES DE LA GENTE,

4.- QUE ABRA NUESTRO CORAZONES PARA TENER COMPASIÓN POR LOS PERDIDOS Y

5.- QUE ABRA NUESTRAS BOCAS PARA COMPARTIR EL MENSAJE DE SALVACIÓN.

“INVITACIÓN A QUE RECIBAN A CRISTO Y ENTREGUEN SUS VIDAS AL SALVADOR”

Compartido miércoles 28 julio 2021

En el N. T. existen varios términos para referirse a los creyentes o seguidores de Jesús:

1.- Santos, 2.- Discípulos, 3.- cristianos, 4.- Creyentes 5.- Hermanos, 6.- Hijos de Dios.

Así como existen diferentes figuras o analogías para referirse a la Iglesia del Señor:

1.- Iglesia, 2.- Pueblo de Dios, 3.- Edificio de Dios, 4.- Familia de Dios, 5.- Templo de Dios, 6.- Cuerpo de Cristo, 7.- Nación santa, 8.- Novia (desposada) de Cristo, 9.- Esposa de Cristo

SIETE FIGURAS DE CRISTO Y LA IGLESIA
En el Nuevo Testamento encontramos siete figuras de Cristo y la iglesia que ilustran la intimidad de la relación entre Cristo y los creyentes en la Era de la Iglesia. Cada figura da énfasis a la verdad de que la comunión con Jesucristo es lo único que puede satisfacer nuestra alma. Cada figura también recalca la unidad orgánica de la Iglesia y da énfasis a la verdad de que los creyentes de la Era de la iglesia están irrevocablemente unidos los unos a los otros.

1. El pastor y las ovejas: esta figura muestra la total impotencia de todos los creyentes y la medida del tierno amor del Señor (Jn. 10:2-16, 21:15-17). Cristo es el pastor que provee vida, libertad y sustento a las ovejas. Como el Buen Pastor, el Señor crucificado dio su vida por sus ovejas (Jn. 10:11). Como el Gran Pastor, el Cristo resucitado sustenta y suple a los creyentes toda buena dádiva en el plan de Dios (HEB 13:20, 21). Como el Príncipe de los Pastores, el Señor que regresa es la fuente de bendiciones eternas y recompensas eternas para los que le siguen (1ª. Pedro 5:4).

2. La Vid y los pámpanos: esta figura muestra la suficiencia absoluta de Jesucristo y la vida productiva que viene de la comunión con El (Jn. 15:1-7). Jesucristo da frutos por medio de los pámpanos que se alimentan de Él. Toda la vida fluye a través de la vid; el pámpano no puede hacer nada por sí mismo. Los frutos cristianos dependen de nuestra permanencia, en la fe, de nuestra recepción, nunca en nuestro esfuerzo humano. Sólo en Cristo podemos dar fruto.

3. La principal piedra de ángulo y las piedras de un edificio: esta figura muestra el templo invisible, espiritual que está construyendo Jesucristo (1ª. Pedro 2:5-9). Israel tenía un templo, la Iglesia es un templo, “edificados para morada de Dios en el Espíritu” (Efesios 2:22). La piedra de ángulo alinea y une a todo el edificio. Los creyentes se relacionan entre sí como piedras, edificados sobre un fundamento (1ª. Corintios 3:11). Se requieren muchas piedras para hacer un edificio y todas dependen de las demás. Las piedras solas no pueden hacer nada a menos que se dejen moldear por el constructor (Mateo 16:18).

4. El Sumo Sacerdote y los sacerdotes del templo: esta figura muestra la relación de servicio que Cristo comparte con los creyentes (1ª. Pedro 2:9; Apoc. 1:5, 6). La función de los sacerdotes en el Antiguo Testamento era presentar al pueblo ante Dios. Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote (Heb.5-8). Es un sacerdote para siempre (Sal. 110:4). Y como también es Rey, nosotros somos miembros de un sacerdocio real. Como sacerdotes hemos de ofrecer culto y sacrificio de alabanza, intercesión y sacrificio de nosotros mismos a Dios (ROM 12:1; Heb. 13:15).

5. La Cabeza y el cuerpo: esta figura se usa con más frecuencia para describir a Cristo y a la Iglesia, Muestra la unidad de los creyentes y la autoridad de Cristo (ROM 12:15). En el cuerpo humano, cada miembro tiene una función específica e individual. Cada miembro, aunque diferente, es necesario. Todos los miembros reciben sus órdenes del cerebro pero todos, por su naturaleza sirven a las otras partes y existen exclusivamente para la función de la totalidad del cuerpo. La Iglesia es un cuerpo, el cuerpo de Cristo. Cada creyente es colocado “en Cristo” en el momento de su salvación (1 Cor. 12:13) y a todos se les exhorta a vivir como si fueran uno (Ef. 4).

6. El Esposo y la esposa: esta es quizá la descripción más íntima de la relación entre Cristo y Su Iglesia (Ef. 5:22, 23). Muestran no sólo la autoridad sobre Su Iglesia y Su protección, sino también la ternura, el amor, la unidad, y la intimidad que para siempre existirá entre Cristo y la Iglesia. La Iglesia no es todavía la novia de Cristo, pero lo será en el futuro. Cristo la tomará para sí en el Rapto y ésta reinará con El (2 Tim. 2:12), compartiendo Su gloria (EL 1:20, 21; Rom. 8:17).

7. Dios Padre y los hijos: La familia de Dios. Efesios 2:11-19; 4:6; Juan 1:11-13; Gálatas 4:4-5; Efesios 1:5; Romanos 8:15-17; Hebreos 2:11; Gálatas 6:10

Formamos parte de la gran familia de Dios, que somos hijos porque tenemos un Padre bueno que nos colma de bendiciones, y que tenemos muchos hermanos para ayudarnos unos a otros, siendo Jesús nuestro hermano mayor.

Ser hijos de Dios significa que Él es nuestro Padre y por tanto tiene cuidado de nosotros en todo lo que necesitamos, que estamos incluidos en cada una de las promesas y bendiciones que Él ha tenido a bien dar a sus hijos en su Palabra.

Por tanto, somos parte de la gran familia espiritual de Dios que es la iglesia: a través de la obra de Jesús en la cruz, así como el nuevo nacimiento y la adopción.

En esta gran familia, todos tenemos un Padre y muchos hermanos. Efesios 4:6

“El Hijo de Dios se hizo hombre para que nosotros llegásemos a ser Hijos de Dios”

Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios Efesios 2:19

⁶ un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. Efesios 4:6

en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad Efesios 1:5

¹⁶ El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

¹⁷ Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

Romanos 8:16-17

LA FAMILIA DE DIOS

Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios 

Efesios 2:19

[Advenedizo] persona que se ha introducido en una posición, un ambiente o una actividad que no le corresponde por capacidad.

Hermano… “¿eres de los hermanos, o ya te hiciste hermano?” de forma despectiva… o hermanos para referirse a los de la Hermosa Provincia. Inclusive es un término muy común en la Iglesia Bautista. A mí me dicen: “hermano Campos” … le dije a un pastor… puedes llamarme Pastor si no tienes inconveniente… y lo ha comenzado a hacer… lo hice a propósito porque no lo respetan ni lo ven como pastor, para que los hermanos entiendan la investidura pastoral que Dios nos da por dones y llamamiento… inclusive me dice que algunos lo llaman por su nombre… Como si dijeran: oye Luis… o a mi esposa le hablaran como: oye Lourdes…

Entre todas las figuras con las que se representa a la iglesia, la que nos ofrece Efesios 2.19, como “familia de Dios”, expresa lo que fue el plan de divino en su misma creación. Porque la iglesia es ante todo la familia y el pueblo de Dios.

“Miembros de la familia de Dios.” Esta frase significa que todos los creyentes de todos los tiempos, tanto judíos como gentiles, somos parte de una sola familia 2:11-16

¿Por qué es importancia que se destaque a la “iglesia como familia”? Si nos basamos en las necesidades que tenemos los seres humanos, la iglesia como familia de Dios debería ser el mejor lugar para nuestro bienestar. Esto lo decimos porque las cosas que más busca el ser humano son amor y aceptación, así como un sentido de pertenencia, seguridad e identidad. Y déjame decirte que la iglesia es el lugar donde lo encontrarás.  Eso pasaba con la iglesia del primer siglo.

En esta gran familia, todos tenemos un Padre y muchos hermanos. Efesios 4:6

En este tema quiero que reflexionemos en tres enseñanzas que me parecen sumamente importantes.

1 – ENTRAMOS EN LA FAMILIA DE DIOS POR MEDIO DE CRISTO: 

Llegamos a ser parte de la familia de Dios a través del sacrificio que Jesús hizo en la cruz para salvarnos y redimirnos con su sangre preciosa.  

¹² En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. ¹³ Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Efesios 2:12-13

a)              Primero, somos unidos a la familia de Dios cuando nacemos de nuevo al creer en Cristo como nuestro Salvador.

En el mundo antiguo, específicamente en tiempos del Nuevo Testamento, se dice que había dos formas de formar parte de una familia. Primero, formabas parte de una familia si habías nacido dentro de ella; esto te daba el derecho natural de acceder a todas las posesiones que tus padres tenían. La segunda manera de ser parte de una familia era por medio de la adopción; esta manera también te daba todos los derechos necesarios, como si hubieras nacido en la familia. Un dato interesante es que, aunque en ese tiempo un padre podía repudiar a su hijo natural y quitarle los derechos de hijo por alguna desobediencia, se dice que la ley romana prohibía que un hijo adoptado fuera rechazado. En la familia de Dios, todos nacemos y somos adoptados.

Eso es precisamente lo que el apóstol Juan afirma en el primer capítulo del Evangelio que lleva su nombre:

¹¹ A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. ¹² Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; ¹³ los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Juan 1:11-13

Juan 3:3,7

Vemos aquí que los creyentes en Jesús reciben la potestad o el derecho de ser hijos de Dios en virtud de su unión con Cristo. Este hecho se describe en estos pasajes como un nacimiento, el cual es espiritual, ya que no proviene de la voluntad humana, ni de voluntad de varón, sino de la voluntad divina que tuvo a bien regenerarnos y hacernos nacer de nuevo para que formemos parte de la familia de Dios. Por tanto, podemos afirmar que si formamos parte de la gran familia de Dios que es la Iglesia, es porque hemos nacido de nuevo por medio del Espíritu Santo al creer en Cristo.

b)              Segundo, somos unidos a la familia de Dios por medio de la adopción espiritual que él en su gracia nos otorga.

“Adopción” es el acto de incorporar a la familia propia a una persona que ha sido engendrada por otra persona. Puesto que los seres humanos no regenerados son por naturaleza hijos de Satanás la única manera en la que pueden convertirse en hijos de Dios es mediante un acto de adopción espiritual.

Y eso es precisamente lo que Pablo escribe a los gálatas:

Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Gálatas 4:4-5 

en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad Efesios 1:5

¹⁵ Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre!

Romanos 8:15

Sólo por medio del sacrificio que Cristo ha hecho, la deuda que tenemos con Dios ha sido pagada y hemos sido adoptados en la familia de Dios.

 “El Hijo de Dios se hizo hombre para que nosotros llegásemos a ser Hijos de Dios”

Por tanto, estas son las formas en que los seres humanos son unidos a la gran familia espiritual de Dios que es la iglesia: a través de la obra de Jesús en la cruz, así como el nuevo nacimiento y la adopción. Por lo que podemos afirmar que éstas son y deben ser una realidad en todos los miembros verdaderos de la familia de Dios.

2 – AL SER PARTE DE LA FAMILIA DE DIOS NOS DA EL BENEFICIO DE DISFRUTAR TODAS LAS BENDICIONES DE NUESTRO PADRE:

Ser hijos de Dios significa que Él es nuestro Padre y por tanto tiene cuidado de nosotros en todo lo que necesitamos, que estamos incluidos en cada una de las promesas y bendiciones que Él ha tenido a bien dar a sus hijos en su Palabra.

En el inicio de la carta a los Efesios, Pablo explota en adoración al Señor por las bendiciones espirituales que él ha concedido a sus hijos en Cristo Efesios 1:3. Estas bendiciones se relatan específicamente en los versículos 4 al 14 y a lo largo de toda la carta.

Como ya lo hemos afirmado antes, el ser parte de una familia, ya sea por nacimiento o por adopción, otorga a la persona el derecho de recibir todas las promesas y dádivas del padre. Y esto es precisamente lo que sucede con todos los creyentes, pues hemos nacido de nuevo y hemos sido adoptados a la familia de Dios, por lo cual él es nuestro Padre y nosotros somos los beneficiarios inmerecedores de todos los regalos y bendiciones que fluyen de su gracia.

¹⁶ El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

¹⁷ Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

Romanos 8:16-17

a)    Ser parte de la familia de Dios nos da un Sentido de pertenencia.

Tenemos un Padre y somos llamados hijos de Dios. Tenemos un Hermano mayor que es Jesucristo. Pablo nos dice que en la familia de Dios llegamos a ser no solo herederos de Dios sino coherederos con Cristo (Ro. 8:17). Esta distinción nos pone igual con el Hijo de Dios. Y lo más importante es que él no se avergüenza de llamarnos sus hermanos. Hebreos 2.11.

Esto nos libra de ese individualismo independiente de nuestra cultura que está creando muchos huérfanos espirituales, creyentes “conejos” que saltan de una iglesia a otra sin un sentido de pertenencia, y sin rendir cuentas ni comprometerse en nada.

b)   Ser parte de la familia de Dios nos da un Sentido de aceptación.

Para nadie es un secreto que nuestro mundo tiene visos de discriminación. La procedencia, las clases sociales, los colores de la piel, así como los idiomas, etc., son los principales focos que algunas sociedades han presentado para establecer sus propias barreras entre unos y otros.

Pero aquí es donde la iglesia, actuando como la verdadera familia de Dios, abre sus puertas para que todos los que a ella vengan experimenten el calor de la aceptación y el amor incluyente de cada uno de sus miembros. 

Nadie más experimentó las barreras de exclusión que la iglesia del primer siglo, especialmente por el fanatismo de los judíos contra los gentiles. El templo mismo tenía una separación para las mujeres y para los gentiles. Nadie podía traspasar esos lugares, “pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación…” (Ef. 2:13, 14). Ya no hay separación en esta nueva familia.

c) Ser parte de la familia de Dios nos da un Sentido de identidad

Somos llamados hijos de Dios y parte de Su familia.

Soy digno de ser llamado su hijo. Sé quién soy ahora y a quién pertenezco.

La oración que más repitió el “hijo pródigo” antes de llegar a casa fue: “Ya no soy digno de ser llamado tu hijo”. ¿Sabía usted que ese sentimiento de indignidad es el que más abunda cuando se ha malgastado la vida, viviendo perdidamente? Pero cuando alguien viene a la familia de Dios recobra la dignidad que el pecado le había quitado. En esta nueva familia descubre que es un linaje escogido, un real sacerdocio, una gente santa y que ha sido adquirido por Dios a través de Cristo

1ª. Pedro 2:9.

d) Ser parte de la familia de Dios nos da un Sentimiento de seguridad

Protección, cuidado, provisión, paz, y seguridad de salvación. Somos atendidos desde el momento de la conversión como bebes espirituales y a través de nuestro crecimiento hasta llegar a la madurez o adultos espirituales.

3 – AL SER PARTE DE LA FAMILIA DE DIOS TAMBIÉN TENEMOS RESPONSABILIDADES HACIA LOS DEMÁS MIEMBROS DE LA FAMILIA: 

Una iglesia imperfecta… sí, una familia imperfecta, sí, pero donde yo puedo ayudar, colaborar a que llegue a ser una iglesia sin mancha ni arruga… Efesios 5:27

a) Compañerismo. Gozamos de la comunión unos con otros como una gran familia

b) Amor fraternal entre hermanos. Evidencia de ser hijo. ¿Te preocupa el poco amor en la iglesia? Es algo que debemos cultivar.

c) Cuidado mutuo al preocuparnos y alentarnos unos por otros

d) Oración mutua. Es muy reconfortante saber que alguien está orando por mí.

e) Servicio mutuo cuando es necesario.

Gálatas 6:10, lo describe: Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. En este texto se nos da una idea de la responsabilidad sublime que tenemos los creyentes al compartir con otros el precioso privilegio de formar parte de la familia de Dios.

Uno de los énfasis principales que tenemos es hacer bien a los miembros de nuestra familia espiritual. Esta es una responsabilidad directa que tenemos como miembros de esta asamblea de los redimidos que Cristo compró con su preciosa sangre en la cruz.

CONCLUSIÓN: Nuestra oración debe ser que podamos experimentar cada día más la bendición de estar conscientes de que formamos parte de la gran familia de Dios, que somos hijos porque tenemos un Padre bueno que nos colma de bendiciones, y que tenemos muchos hermanos para ayudarnos unos a otros.

Si creemos que la iglesia es la familia de Dios, entonces aquí no debiera haber diferencia por cuanto todos somos hermanos. Por lo tanto, todos somos miembros de un mismo cuerpo. Todos participamos de la misma vida, pues por todos corre la misma sangre, es decir, la gracia de Dios que llevamos dentro desde el mismo momento que el Espíritu Santo mora en nosotros.

Pero, ¿para qué nos quiere Dios como una familia? Para que seamos una bendición.

La gente que está fuera de esta familia son “huérfanos espirituales”. Dios los quiere hacer sus hijos y para que esto ocurra, los que estamos dentro debemos buscarlos e invitarlos a formar parte de la familia de Dios y darles la bienvenida. La invitación de hoy es para que usted sea miembro de esta familia: ¹⁸ porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre” Efesios 2:18

RESUMEN - RETRO ALIMENTACIÓN

1 – ENTRAMOS EN LA FAMILIA DE DIOS POR MEDIO DE CRISTO: 

Somos unidos a la familia de Dios por la obra redentora de Jesús

Primero cuando nacemos de nuevo al creer en Cristo como nuestro Salvador.

Y segundo cuando somos unidos a la familia de Dios por medio de la adopción espiritual que él en su gracia nos otorga.

2 – AL SER PARTE DE LA FAMILIA DE DIOS NOS DA EL BENEFICIO DE DISFRUTAR TODAS LAS BENDICIONES DE NUESTRO PADRE:

a) Ser parte de la familia de Dios nos da un Sentido de pertenencia

b) Ser parte de la familia de Dios nos da un Sentido de aceptación

c) Ser parte de la familia de Dios nos da un Sentido de identidad

d) Ser parte de la familia de Dios nos da un Sentimiento de seguridad

3 – AL SER PARTE DE LA FAMILIA DE DIOS TAMBIÉN TENEMOS RESPONSABILIDADES HACIA NUESTROS HERMANOS.

          a) Compañerismo

b) Amor fraternal. Evidencia de ser hijo. ¿Te preocupa el poco amor en la iglesia?

c) Cuidado mutuo

d) Oración mutua

e) Servicio mutuo